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Pymes y software libre: cómo ahorrar en el día a día de la empresa
La empresas, sobretodo las pymes y autónomos, buscan siempre herramientas y mecanismos que les permitan reducir los gastos del día a día de la empresa. Una forma de hacerlo es mediante el uso de software libre.
¿Qué diferencia hay entre software libre y gratuito?
El software libre (del inglés free software, término que crea confusión) es un software que respeta la libertad de los usuarios sobre el producto que ha adquirido y le da la posibilidad de usarlo, copiarlo, estudiarlo, cambiarlo y redistribuirlo libremente.
Según la Free Software Foundation, el software libre se refiere a la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software; de modo más preciso, se refiere a cuatro libertades de los usuarios del software:
- la libertad de usar el programa, con cualquier propósito;
- la libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo a tus necesidades;
- la libertad de distribuir copias del programa, con lo cual puedes ayudar a tu prójimo;
- la libertad de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie.
Por otra parte, el software gratuito es aquel que está disponible de manera gratuita, con una licencia de uso, pero con restricciones en la mayoría de lo casos, como la no modificación de la aplicación, la prohibición de redistribución o incluso las posibilidades de uso con fines comerciales.
Pymes y software libre: cómo sacarle partido
Algunas administraciones públicas, como la francesa, la italiana o la rusa, han decidido migrar sus sistemas a software libre, con el consecuente ahorro de costes. En España, su uso está extendido en el sector académico, donde muchas administraciones autonómicas emplean sus propias distribuciones libres. ¿Y si las administraciones lo hacen, cómo no va a hacerlo la pequeña empresa?
Dejamos una lista de las aplicaciones/programas de software libre para la empresa que debes, sin falta, utilizar. Muchas de éstas son aplicaciones multiplataforma, por lo que el proceso de migración a un sistema totalmente libre puede realizarse paso a paso, en primer lugar las aplicaciones, y más adelante, los sistemas operativos.
- Thunderbird: programa de gestión de correo, ideal como sustituto de Microsoft Outlook. Es una herramienta perfecto para gestionar varias cuentas de correo. Además, tiene la posibilidad de ampliar sus funcionalidades gracias a algunos complementos, como el Lighting, que nos permite sincronizar calendarios (incluido el de Google).
- LibreOffice: suite ofimática de referencia, en contraposición al Office de Microsoft. Quizá pueda ser la aplicación más resistente al cambio, puesto que muchos de los clientes/proveedores con los que trabajemos utilicen la suite de Microsoft, pero no hay nada a lo que uno no pueda acostumbrarse. LibreOffice permite abrir también todos los archivos con extensión de Office, y aunque quizá cueste un poco, sobretodo a usuarios de Excell y Access, seguro que un gran ahorro en licencias merece la pena.
- Firefox o Chromium: quizá dos de las aplicaciones de software libre más utilizadas. Navegadores web rápidos, con posibilidad de instalación de extensiones para mejorar sus funcionalidades y dos de las mejores alternativas para navegar por la web.
- Gimp: editor de imágenes con el que podremos retocar fotografías, realizar montajes o cualquier otro tipo de tarea vinculada al diseño gráfico.
- SugarCRM: software para la administración de la relación con los clientes. Libre, aunque no necesariamente gratuito, permite a las pequeñas empresas gestionar la relación con los clientes, con la venta y el marketing.
- OpenERP: es un erp muy completo, con módulos para diferentes funcionalidades listos para implementar: gestión de campañas de marketing, proyectos, crm, ventas, compras o incluso la gestión contable.
Hay multitud de programas de software libre, con los que cubrir la mayoría de las necesidades de una pyme. Pero sobretodo no hay que olvidar:
- El ahorro de costes: ya no tenemos que estar pagando licencias de muchas de nuestras aplicaciones, aunque no olvidemos que esto no significa que todo sea gratis. En ocasiones, tendrás que pagar por alguno de estos programas, o contratar a empresas informáticas para que te realicen la instalación o el mantenimiento adaptado a tus necesidades.
- Independencia tecnológica: ya no estarás obligado al contacto con un sólo fabricante. Una de las mayores ventajas del software libre es la gran comunidad de desarrolladores que garantizan la actualización y continuidad de éste.
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